Origen
En el siglo IX, durante las reyertas contra los musulmanes, el rey asturiano Alfonso II ordenó construir un sepulcro donde se descubrieron los restos del Apóstol. Esto dio pie a las peregrinaciones. También influyó en el auge de esta tradición Carlomagno puesto que dedicó gran parte de su vida a luchar contra los musulmanes, asegurándose de que todos los caminos fueran seguros.
Desde entonces fueron aumentando poco a poco las peregrinaciones, impulsadas por la nobleza y el clero que construyeron puentes, hospitales y hospicios.
Primeras veces
Se puede considerar al propio Alfonso II como el primer peregrino. Quería comprobar la veracidad del hallazgo del Apóstol así que partió desde Oviedo hasta Santiago. Así nace el primer trazado jacobeo oficial, conocido como Camino Primitivo.
Otro de los peregrinos más famosos fue Aymeric Picaud, a quien se le atribuye la autoría de parte del Códice Calixtino, concretamente la parte quinta conocida como “Guía del peregrino”. Realizó el camino conocido actualmente como Camino Francés y detalló en sus escritos información útil sobre alojamientos, templos, gastronomía, cultura, costumbres del lugar, etc.
Tuvo algunos años en los decayó el flujo de peregrinos, hasta la declaración del papa León XIII en 1884 de que los restos redescubiertos tras su desaparición eran realmente los del Apóstol y el posterior nombramiento de la ruta jacobea como Patrimonio Universal de la Humanidad.
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