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    Uno de los elementos más característicos del Camino de Santiago son las piedras que encontramos a lo largo de la ruta. Aunque pueden parecer un simple elemento del paisaje, estas piedras tienen un significado profundo y simbólico para los peregrinos.

    Origen de la tradición

    La tradición de dejar piedras en el Camino de Santiago tiene raíces muy antiguas. Se dice que, en tiempos medievales, los peregrinos recogían una piedra en su lugar de origen, y al llegar a Santiago, la dejaban en un monte cercano a la ciudad como símbolo de su esfuerzo y devoción. La piedra representaba una carga, un peso emocional o espiritual, que se dejaba atrás al completar el peregrinaje.

    A lo largo de los siglos, esta tradición ha perdurado y se ha convertido en una parte integral del Camino. Hoy en día, los peregrinos siguen dejando piedras en diferentes puntos del recorrido, especialmente en el famoso “monte do Gozo”, cerca de Santiago, donde se dice que uno puede dejar atrás las cargas emocionales o espirituales adquiridas a lo largo del camino.

    ¿Qué simbolizan las piedras?

    Las piedras que se dejan en el Camino de Santiago no solo representan un acto físico, sino también un gesto simbólico. Para muchos peregrinos, colocar una piedra es una forma de rendir homenaje a aquellos que han recorrido la ruta antes que ellos, además de ser una manera de liberar cargas emocionales, de pedir deseos, o de ofrecer agradecimientos.

    El gesto de dejar una piedra también puede interpretarse como una metáfora de la vida misma: una carga que se va aligerando con cada paso dado y con cada pensamiento dejado atrás. Cada piedra, al ser colocada por un peregrino, forma parte de un mapa de esfuerzos y experiencias compartidas.

    Un acto personal y único

    Cada peregrino vive el Camino de Santiago de manera única, y las piedras se convierten en un elemento personal de este viaje. Algunas personas dejan piedras de colores específicos, otras las escriben con mensajes o símbolos, y algunas las dejan con la esperanza de que su acción tendrá un impacto positivo en su vida o en la de otros.

    La tradición de las piedras en el Camino de Santiago no es solo una costumbre, sino una manera de conectar espiritualmente con los demás peregrinos y con la historia del Camino. Al dejar una piedra, cada peregrino se convierte en parte de una tradición milenaria, un recordatorio de que el Camino no solo es físico, sino también espiritual.

    By | 2025-03-27T09:03:14+01:00 marzo 27th, 2025|Camino de Santiago|